En esta época del conocimiento y del desarrollo social, donde predomina la cultura de una sociedad volcada en atender a los más necesitados; encontramos un nicho de mercado que comienza a ser decisivo en el crecimiento económico de nuestra sociedad.
Con estas circunstancias, nos es muy favorable la iniciativa empresarial en sociedades destinadas a atender los dos extremos por los que pasa el hombre en su ciclo vital: la infancia y la tercera edad.
Lo que facilita el autoempleo en estos sectores tras el estudio de algunos de los Ciclos Formativos de la familia de Servicios Socioculturales y de la Comunidad.
Son las grandes expectativas laborales que ofrece estos ciclos, junto con las ayudas que los distintos organismos públicos destinan al autoempleo, lo que debería impulsar el estudio de los mismos.
